Experimentos sociológicos cjs

Algo un poco mejor que lo malo, pero nada es tan así, no es para ilusionarse.

Posts Tagged ‘humor’

Trabalenguas

Posted by cruzsaubidet en octubre 11, 2017

No es el Obispo de Constantinopla ni los tres tristes tigres; es Pablito, que por andar clavando un simple clavito emula muchas cosas que pasan en el mundo y no sabría explicarlo con ejemplos verdaderos.
Pablito clavó un clavito en la mano de Jorgito. Eso está muy mal dijo la mamá de Jorgito, pero ella había sido la que solicitó a Pablito en primera instancia clavar el clavito.
Cuando la mamá de Jorgito pidió a Pablito clavar el clavito, no tuvo en cuenta que Jorgito se acercaría a Pablito mientras clavaba el clavito.
Jorgito poco sabía de clavar clavitos y rondaba a Pablito queriéndolo ayudar. Pablito no soportaba a Jorgito.
Pablito admiraba y respetaba a la mamá de Jorgito, y un poco la deseaba. Jorgito quería ser como Pablito pero su mamá lo sobreprotegía.
La mamá de Jorgito solía usar a Pablito para clavar clavitos y poner foquitos. Jorgito se sentía menos ya que su madre prefería la ayuda de Pablito a la de su propio hijo.
El papá de Jorgito usa barba candado y tiene una camioneta muy grande.
Pablito le dijo a Jorgito que posiblemente su padre tenga el pito pequeñito dada su gran camioneta y su estilo de barba.
Jorgito preguntó a su mamá si eran ciertas las afirmaciones de Pablito sobre el pito de su padre.
La mamá de Jorgito reprendió a Pablito por sus comentarios aunque no lo castigó y por lo tanto le permitió seguir clavando clavitos y poniendo foquitos.
Entonces Pablito le dijo a Jorgito que su mamá debía ser medio atorranta porque andaba siempre con camisetas apretadas.
Y Jorgito sintió que debía castigar a Pablito, con mala suerte, ya que Pablito estaba justo clavando un clavito que le había pedido la madre de Jorgito.
Nunca sabremos si fue a propósito que Pablito clavara un clavito en la mano de Jorgito o si se trató de un accidente.
Sabemos que Jorgito tuvo que darse la antitetánica porque el clavito que le clavó Pablito estaba oxidado.
La mamá de Jorgito perdonó a Pablito y le sigue pidiendo que cambie los foquitos y le clave los clavitos.
No sabemos las dimensiones del pito del papá de Jorgito, pero pensamos que es muy posible que no sea muy grande.
No sabemos si la mamá de Jorgito es o no es atorranta, pero tiene pechos bonitos que resaltan bajo camisetas ajustadas.
No sabemos dónde Pablito clavó un clavito.
No sabemos quién es realmente Pablito, sólo sabemos que clava clavitos, pone foquitos y critica a las personas.

Cruz Saubidet®

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NO ES PA TANTO, ¿O Sí?

Posted by cruzsaubidet en May 1, 2017

En mis tiempos adolescentes, la exacerbación sexual era física y cultural. No había Internet y para mirar una película porno había que tomar demasiados recaudos desde el momento de alquilarla hasta el acto de disfrutarla. Las revistas eran de gran ayuda a la hora de la autosatisfacción, pero lo cierto es que a los catorce o quince años revista o no revista era casi lo mismo. Creo que más que provocar algún tipo de excitación sexual, el material pornográfico cumplía una función mucho más de descubrimiento anatómico y aprendizaje. Las revistas y películas nos enseñaban y a su vez nos obligaban a pensar y conversar más y más acerca de sexo.
Pero yo no quiero escribir sobre sexo, ya hay demasiado a las vueltas, yo estoy tratando de imaginar todo lo contrario.
Una vez, en medio de una charla sobre sexo llena de mentiras y exageraciones, un hombre rústico y con tatuajes en los brazos me dijo: “Yo a tu edad pensaba en tener más fuerza y no en esas cosas” En ese momento lo ignoré, pero ahora que debo tener los mismos años encima, me planteo sobre la cantidad de energía que ocupé en el sexo (mas pensado que actuado) durante mi vida, el desperdicio de horas en esos menesteres y lo que es peor lo poco que he aprendido. Porque el sexo debe ser de las actividades con más horas teóricas y prácticas y la que se aprende más lentamente.
El problema básico del sexo es que está bueno y puede ser divertido si se le suma libertad física y mental.
Pero yo tengo muchas dudas.
No estoy seguro de que la actividad sexual no esté sobre-valorada y que no sea más que la sumatoria de información, publicidad, competencia y placer en partes iguales. La información tiende a reprimirnos y controlarnos, la publicidad nos hace creer que si cogemos mucho somos mejores, la competencia nos obliga a ser buenos amantes con nuestra pareja y frente a los otros y el placer es una simple acabada y/o la satisfacción de haber proporcionado un momento agradable a nuestra pareja.
A lo largo de mi vida he dado con algunas personas indiferentes al sexo, como un estúpido no supe nutrirme de sus enseñanzas. Porque estoy convencido que una mente libre de sexo está abierta a muchas experiencias intelectuales, sociales y culturales impensadas para un personaje de instintos básicos como el que escribe, que si hubiera escuchado a aquel hombre tatuado en mi adolescencia, habría descubierto que los músculos firmes son de gran ayuda a la hora de una buena revolcada.

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Basic Humor

Posted by cruzsaubidet en marzo 14, 2016

A mi me hace reír el absurdo, algunos pedos también, en especial si traen consigo el efecto sorpresa.
Yo no soy gracioso, tampoco soy “gaucho” aunque mi historia campesina me familiarice con tal anomalía. Ey, vos que sos gaucho, tocate una milonga. Te toco un blues, después una cumbia, después una balada y por último y detrás de varios vinos una milonga de esas que aprendí por estar. Se aprenden muchas cosas por estar, más allá de no sentir, el cerebro y las necesidades van incorporando elementos del paisaje.
Yo nunca fui gaucho pero puedo hacer varias cosas que hacen los gauchos e incluso tocar milongas. Tampoco he sido carnicero y te puedo cortar un buen asado de una vaca entera, ni contador y te puedo asentar, analizar, balancear y presupuestar el año que viene de tu empresa. Menos he sido costurero y te puedo hacer un zurcido invisible, un ruedo o pegar un botón o diseñar una camisa. O tejer una bufanda si querés.
Jamás fui plomero ni electricista, pero con paciencia te cambio los caños de la cocina y te instalo las luces de sótano.
Pero estaba diciendo que no soy gracioso, eso es terrible para mí porque es una de las pocas cosas (además de la química orgánica) que he tratado y no me ha salido. Para ser gracioso no hay que ser una luz de inteligente, basta con un poco de suspicacia a la hora de determinar el punto en el cuerpo o en el cerebro adonde tocar para causar la risa. Puedo asegurar que ese punto no es la espalda y paro de contar. Podría ser el culo que en este caso es como la continuación carnosa de la espalda y ahí si entendería por qué los pedos me causan risa. Pero no todos los pedos me hacen reír, y casi ninguna espalda por más tatuajes que tenga.
Es muy posible que la falta de práctica sea una de las causas de mi falta de gracia. Después de once años y varios momentos incómodos y casi violentos, he decidido que el humor en inglés no es mi fuerte, más que nada porque la ansiedad que representa la expulsión de un chiste y mi impericia con el idioma me han llevado a ser agresivo por hacerme el gracioso y equivocar un “you don’t like me” por un “I dont like you” o un “Fuck yourself” por un “Behave yourself”
Últimamente, y considerando la profesión de mi cónyuge, me estoy inclinando hacia el humor de gangosos, pero todavía estoy lejos de la perfección. Me dirán discriminador, puede ser pero yo no me ofendo cuando me critican el patinaje de las erres. Antes me divertían los chistes de ciegos y sordos, pero son muy simples a mi edad como los de Jaimito.
Si tuviera que hacer un podio de temas de humor, pondría los pedos primero, los gangosos después y por último aquellos que te hacen reír desconociendo el motivo, siendo absurdos o quizás tan entupidos que superan la barrera de la comprensión más básica tales como “con vaselina no pega pero patina” Debo tener un humor básico, hasta infantil, pero eso es de las pocas cosas que valoro de mi inmadurez.

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Stand Up de un humilde servidor. Hoy: la Risa

Posted by cruzsaubidet en May 29, 2015

La risa es la reafirmación de estar pasándola bien. Cagarse de risa es reírse con liviandad estomacal, sin molestias gastrointestinales, sin apuro tal vez. A su vez es algo incontrolable, accidental, que deja oscuras secuelas y necesita de una pronta limpieza.
Es muy complicado determinar si cagarse de risa es algo positivo o negativo, aunque en mi caso suele tender a lo segundo.
Una vez, le dije a mi mujer después de una reunión con amigos, que hacia años que no me cagaba tanto de risa. Lo que fue un comentario inocente fue tomado como una agresión hacia ella; “Claro, conmigo te aburrís, te hubieras casado con Malena Pichot si querías reírte sin parar, no sé qué haces conmigo si ni siquiera te hago reír” y sigue y sigue “Debe ser horrible vivir con alguien tan apagado, ¿no?, tan embolante como yo, etc, etc….

Esos comentarios suelen dejarme en un callejón sin salida, de tres posibles reacciones y todas ellas erróneas. Puedo guardar silencio y ella dirá: “Ves que tengo razón”; puedo negar punto por punto y sonar poco creíble o puedo afirmar sus declaraciones y generar una pelea que nos mantendría enojados por varios días. ¡Ninguna sirve! Todas las posibles reacciones son una mierda, todas excepto tirarme un pedo bien fuerte y en lo posible muy oloroso y con eso cambiar el foco de atención hacia reproches mucho más sostenibles. Porque un pedo causa enojo, pero dada su esencia efímera se diluye rápidamente.  Quince años de matrimonio me han enseñado que la única forma de evitar peleas intrascendentes es tirarme pedos fuertes y olorosos. Por suerte, como buen macho que soy, siempre tengo un gas a las vueltas esperando salir y que internamente me hace cagar de risa y me libra del pecado.

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sobre los placeres

Posted by cruzsaubidet en diciembre 9, 2008

-No tengo plata, loco, soy pobre.

-Y llorón. No tenés plata para algunas cosas, pero sí para otras.

-Para algunos gustitos si. Pero siempre lo justo, nunca quedo satisfecho del todo.

-Dame un ejemplo.

-El vino.

-Vos sí que sos profundo.

-Nunca dije que fuera profundo. Algunos quieren tener plata para comprarse autos caros, casas, ropa. Yo no, me gustaría tener plata para gastarme mil pesos en una noche de vinos buenos.

-Si vos creciste tomando vino barato en damajuana de cinco litros.

-¡Por eso! la vida viene bien y uno disfruta lo que tiene, pero, un día, alguien te convida un vino de doscientos pesos y todo cambia. A partir de ese día, todos los vinos son una porquería.

-Sos medio pelotudo.

-No. Pelotudo me siento después, cuando empiezo a gastarme doscientos mangos para disfrutar ese vino. Igual, uno cada tanto no es tan grave. Pero tiempo después, probás uno de mil, y la vida cambia otra vez. Calculá que para comprarme uno de esos vinos, tengo que ahorrar seis meses.

-¿Compraste?

-Estuve en el sur trabajando dos meses, viste que allá te cagás de frío pero se gana mucho más. Volví en colectivo en lugar de en avión y no “la puse” todo este tiempo solo para ahorrar guita. Cuando salga de acá, voy a comprarme la botella.

-Vos, estás loco del todo.

-Los placeres, hay que dárselos en vida.

-¿Es tan bueno ese vino?

-Si me acuerdo te traigo un traguito.

-Estás loco, mil mangos en una botella de vino.

-¿Cuánto te costó ese telefonito?

-Cuatrocientos.

-¿Y me decís a mí que estoy loco?

-El teléfono me viene durando bastante más de lo que te durará esa botella.

-Sí, pero la emoción de tenerlo te debe haber durado lo mismo. Al fin de cuentas, tendrá muchos “chiches”, pero para hablar por teléfono con un aparato de treinta te sobraba.

-Puede ser. Ni vos ni yo estamos libres de vicios. Yo, la tecnología; vos, los vinos. Algunos se gastan eso o más en un polvo con una puta cara, otros se lo juegan en el casino o se tiran en un paracaídas. Tenés razón. Los placeres hay que dárselos en vida.

-Más vale, loco. Ahora me voy a tomar mi vino, tengo que aprovechar que voy a estar solo hasta las nueve.

-Nos vemos, no te olvides de traerme un traguito.

Cruz J. Saubidet®

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